Veo una ventana iluminada por la tenue luz de una lámpara, estanterías repletas de libros se vislumbran detrás de los visillos. Entro en la habitación y alargo mi brazo para coger uno. Mi mano choca con algo, despertándome: el techo de la litera que está sobre la mía.
Miro mi ventana: está cubierta gruesos de barrotes.
Autor: Yolanda Nava ©
3 comentarios:
Un encuentro con la tristeza. Me gustó la limpieza con que está narrado.
Triste, si. Espero que esa ventana se le haga realidad.
Besos.
Si por lo menos tuviera libros, se sentiría libre mientras lee.
Un abrazo,
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